Las cosas son, pero podrían ser de otro modo
Rubén Funez*
Las cosas no sólo son como son, sino como podrían ser. Esta forma de acercarse a la realidad, entendiendo por realidad lo que suele entender el hombre de la calle, que no se hace mayores dificultades filosóficas, plantea tres grandes inquietudes.
La primera, tenemos que tomar como punto de arranque inamovible la cosa misma. Por lo tanto, tenemos la tarea inexorable de decir qué son las cosas. De hecho, la respuesta a esta pregunta es la única capaz de legitimar todo lo que podamos decir acerca de lo que podría ser la cosa en cuestión. La insuficiencia de quien dice que “no hay de otra, que las cosas son como son”, no estriba en esta afirmación, sino en la incapacidad de no poder ver, que aquella respuesta es la que desencadena, o la que podría desencadenar toda la praxis ulterior, que suscita el conocimiento de lo que las cosas son.
Sin entrar en todas las complicaciones filosóficas involucradas en el ser de las cosas, hay que decir que quien tenga el afán de descubrir, de reflexionar sobre lo que puede estar incoado en lo que las cosas son, tiene necesariamente que partir, o de su noción de realidad, o de una noción prestada de realidad. Tiene que, al menos, ser capaz de dar cuenta del cañamazo de relaciones y de dinamismos de la realidad.
La segunda inquietud tiene que ver con lo que esa realidad podría ser. Esta parte envuelve, por su propia índole un conjunto de problemas. Problemas que se plantean por un incorrecto tratamiento de la pregunta por la realidad, y, por lo tanto, insuficientes nociones de realidad.
El mal planteamiento de la pregunta por la realidad puede desencadenar al menos dos cosas. Por un lado, puede llevar al pensador a ver posibilidades que en rigor no lo son. Por ejemplo, no sólo bastó decir que el capitalismo no es capaz de responder a las grandes necesidades que tiene el hombre actual; no se trata sólo de decir lo que el capitalismo es, esta fue una tarea llevada a cabo, casi de modo insuperable, por Carlos Marx: la critica marxiana1 al capitalismo es hoy por hoy insuperable, sino que también se trata de decir lo que podría ser.
La historia del llamado socialismo real ha puesto en el tapete, con todo el dolor del mundo que puede esto generar a una determinada ortodoxia, que esa clase de socialismo no es el que podría ser de la realidad analizada por Marx.
Pero lo mismo podemos decir del capitalismo. Los profetas del capitalismo, una vez agotado el modelo del “socialismo real”, proclamaron a todo platillo y tambor el final de la historia, es decir no existe sistema sobre la tierra que pueda hacer frente al capitalismo pero, como nos recuerda Antonio González, el capitalismo también ha fracasado. Dice este autor: “cuando escribimos estas líneas, podemos leer en el New York Times que unos 18.000 norteamericanos fallecen cada año por falta de seguro médico. Si esto sucede en un país “avanzado”, podemos imaginarnos el resto: el patrimonio de las diez personas más ricas del planeta es superior a la suma de la renta nacional de los 55 países más pobres. Más de la mitad de la población mundial tiene que conformarse con menos de dos dólares diarios, y más de 1300 millones de personas tienen que intentar sobrevivir con un dólar al día. De ahí que cada tres segundos muera un niño por causas ligadas a la pobreza, al tiempo que las diferencias sociales crecen, incluso al interior de los países más ricos. Tal parece que no sólo el socialismo real fracasó”2.
Estamos diciendo que las propuestas de los dos grandes sistemas económicos, no han podido dar cuenta del podría ser de la realidad. Esta cuestión es grave, tendría que tener a los estudiosos, pensando sobre tan magna cuestión.
Pero por otro, puede llevar a una especie de aceptación indecorosa del gran pecado de la realidad, que no es solamente que existan ricos tan ricos a costa de pobres tan pobres, sino en privar a estos pobres de toda esperanza histórica: ya nada se puede hacer, no queda otra que aceptar las cosas tal y como son. Quizá esto denota una garrafal ignorancia, pero puede también estar siendo manifestación de la más perversa ideologización.
La tercera inquietud a la que hay que arremeter con toda la seriedad académica posible, es acerca de la articulación entre el ser y el podría ser. Para hablar en términos que todos entendemos: es verdad que esta sociedad es desigual, haciendo un esfuerzo para no hablar de injusticia y que se vaya a tildar esta reflexión de moralista, y podría ser más equitativa, entonces cómo se relaciona la equidad con la desigualdad actual. Si decimos que haciendo que la realidad sea lo que radicalmente es, a lo sumo estaríamos respondiendo de modo hegeliano a nuestra dificultad, es decir, estaríamos diciendo que la equidad estaría de modo virtual en lo que la realidad es y que, por lo tanto, la praxis de los seres humanos no sería más que un despliegue, un desarrollo de lo que ya está contenido en lo que las cosas son. Es una respuesta que por muy racional que parezca priva a la praxis humana de una dimensión importante, que es su historicidad, su creatividad.
Una pista de solución de la articulación entre el ser, y el podría ser nos la proporciona José Luis García Cuevas3, cuando observaba que la investigación es posible por la confluencia de dos elementos: fortalezas y oportunidades. Si no tenemos las fortalezas requeridas, las oportunidades nos pueden estar golpeando en la cara y no vamos a ser capaces de verlas. Si no tenemos las oportunidades de muy poco nos sirven las fortalezas. Se trata de una rigurosa vinculación. Esta vinculación tiene un nombre: capacitación. La vinculación entre ser y podría ser se funda en capacitación.
En definitiva, son tres las cuestiones que tiene que esclarecer la reflexión política: qué es la realidad, que podría ser la realidad, y cómo se articula el ser con el podría ser.
Notas.
1. Utilizamos el término marxiano en el preciso sentido de producción teórica de Marx y, de este modo, distinguirlo de los discípulos y estudiosos de Marx que pueden por ello ser denominados marxistas.
2. Antonio González, La transformación posible disponible en, http://www.uca.edu.sv/filosofia/admin/files/1256056213.pdf, consultado el 17 de enero de 2015.
3. Asesor del Ministro de Educación Superior de Cuba
*Doctor en Filosofía. Investigador y Catedrático de la ULS