Grecia y la derecha salvadoreña

Rubén Fúnez*

Estamos procurando entender, lo más sosegadamente posible, el pensamiento del Señor Manuel Hinds. Y lo hacemos con el firme propósito de entender mejor lo que ocurre en Grecia. El señor Hinds, es un hombre sabio en economía, y educado en una prestigiosa universidad norteamericana. Por lo tanto. Lo que diga de Grecia, con seguridad va a iluminar lo que acontece en ese país europeo.

Hinds, comienza afirmando una verdad contundente: “la acumulación desaforada de deuda termina en dolorosas crisis que hacen pagar enormes costos”. Se trata de una verdad básica, que no requiere de mucho talento para comprenderla. Si nosotros ganamos $10.00 mensuales y nos endeudamos mensualmente por $30, al final del año, con toda seguridad,  vamos a estar con el agua al cuello. Con lo que ya no estamos de acuerdo es con el modo como continua su idea: “por irresponsabilidad de los gobiernos populistas”.

En un canal de televisión española se decían al menos dos cosas. En primer lugar se afirmaba, que era absurdo que se le obligara a pagar a alguien,  las deudas contraídas por otros. Y en segundo lugar, prolongando la afirmación anterior, se dijo “por otros que están gozando de esos dineros probablemente en Londres». Es decir, no se trata de una deuda invertida en populismo. Que nosotros sabemos muy bien lo que el término populista significa. Fue deuda, que al menos por lo que dice el analista español, fue utilizada en fines privados.

El señor Hinds continua insistiendo en los “resultados catastróficos que tienen las comunicaciones tontas (sic) con respecto al cambio de una moneda internacional hacia una moneda local”. Estamos con esta afirmación pisando terreno en la que el señor en cuestión es un experto: él sabe a lo que se está refiriendo.

No obstante a nosotros no nos queda claro. Si pensamos en concreto en el precariado europeo ¿en qué puede afectarle un cambio de moneda? Tenemos que responder que en nada o en casi nada. Es exactamente lo mismo que le podría ocurrir al sector informal de nuestro país, en la que se encuentran el 57% de la población económicamente activa y si a este sector le sumamos el desempleo oficial que ronda entre 7 u 8% tendríamos una población desempleada alrededor del 64%. Sabemos que la meta de  un alto porcentaje de ese sector de “trabajadores” es la de vender $5.00 diarios.

Volviendo a nuestra pregunta ¿en qué puede afectarles a esos vendedores un cambio de moneda? Honestamente experto señor, en nada. Claro en seguida el señor Hinds podría objetar es que no me estoy refiriendo a los vendedores de dulces, me refiero a la “quiebra de tantas empresas que no podrán pagar sus deudas en Euros”. En este sentido sí nos entendemos. El Euro a quien beneficia no es a toda la población, sino a las grandes empresas griegas. Tenemos que confesar señor que estamos de acuerdo con usted.

Con lo que ya no estamos de acuerdo y tendríamos que quizá reflexionarlo mejor, es con la preocupación suya por el terrible desempleo que se podría generar, a raíz de la quiebra de las empresas. La razón para no estarlo estriba, justamente, en el hecho de que  las empresas son fieles creyentes en lo que llaman “la flexibilidad laboral”. Es decir, hemos llegado a una situación en la que se ha desenganchado la empresa al trabajador. Por el modo en el que se está concibiendo la empresa, es fácil concluir que no están interesados en el bienestar del trabajador, digámoslo duramente, vivimos en una situación en la que se desprecia al trabajador. Es decir, no debe preocuparle el hipotético desempleo, porque esto ya es una dura realidad aun en medio del euro.

Nosotros creemos señor Hinds, y además pensamos que es legítimo, que primero nos dijera desde dónde y a nombre de quien escribe, porque de ese modo lo entenderíamos mejor.

*Docente e investigador de la Universidad Luterana Salvadoreña

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