2016: Principales Desafíos para el Movimiento Feminista Salvadoreño. 2 Parte
Deysi Cheyne
Si el marco internacional puede ser favorable para avanzar hacia mayores niveles de igualdad y equidad para las mujeres, éste debería influir en recrear un marco nacional más asertivo para posibilitar el diálogo y la negociación que requieren las decisiones públicas.
Y aquí ubico un segundo desafío: cómo reconstruimos el diálogo y la negociación con el actual gobierno, desde una autonomía política renovada y sin ataduras? Desde la propia naturaleza que como sociedad civil nos corresponde? Cómo retomar los compromisos asumidos por el actual gobierno durante la campaña electoral para convertirlos en agenda de trabajo para buscarles estrategias de cumplimiento? Y aquí los puntos son claros: pobreza y violencia. Cómo superamos estos graves índices que impactan de manera diferenciada a mujeres y hombres. Con qué políticas publicas estará encarando el Estado estos complejos problemas sociales que vivimos las mujeres. Cuáles son la fuente de la solución y su punto de partida? Son discusiones que hay que tener y de manera sostenida para buscarle una salida a esta crisis. Ya no podemos seguir dependiendo de decisiones externas, venidas desde las instancias financiadoras, que lo único que hacen es uniformar soluciones insostenibles por su ineficacia y deficiencias.
Un tercer desafío está relacionado con el propio sujeto político de las mujeres: como fortalecer y ampliar la organización de las mujeres en medio del control territorial cada vez más extendido por las pandillas. Como no perder lo que se había alcanzado hasta el 2006, cuando se identificaban más de 500 organizaciones de mujeres diseminadas por todo el país (1). Esto requiere de una reflexión profunda respecto a los efectos de la violencia territorial en el empoderamiento femenino y en la capacidad de fortalecer la ciudadanía de las mujeres. Con quien dialogar sobre este tema, clave para la sobrevivencia del propio movimiento de mujeres?
El cuarto desafío está vinculado a esto último: el desarrollo local fue delineado desde el movimiento de mujeres como un esfuerzo político para que recogiera la perspectiva de género, garante de la integralidad del mismo. Cómo plantearnos seguir influyendo en que las políticas locales no desconozcan el aporte de las mujeres y como las políticas publicas se encarnan en los municipios para ser implementadas territorialmente. Hoy, mas que nunca, es necesario colocar esto en el debate. Si el desafío para el gobierno es la recuperación de los territorios, la pieza clave podría ser la propia participación de las mujeres, que han demostrado tener vocación de servicio y ser partes activas en las iniciativas locales. Como hacer sostenibles y sustentables estos esfuerzos locales de desarrollo con la amplia participación de las mujeres, reconociéndolas como sujetas de estos procesos y no solo como objetos de las políticas de otros.
Estos son, algunos de los desafíos que podrían constituir una agenda para este año nuevo que, por lo que se vislumbra, no será menos complejo que los anteriores ¡Manos a la obra!
(1) Movimiento de mujeres en El Salvador 1995-2006 : estrategias y miradas desde el feminismo. FUNDE.
* Coordinadora de la Unidad de Género y Docente de la Universidad Luterana Salvadoreña.