Educación a Distancia y Educación Virtual: ¿las claves para una transformación educativa en El Salvador?
Carlos Molina Medrano
Como ya ha sido divulgado ampliamente, el gobierno de El Salvador ha lanzado la Universidad en Línea – Educación a Distancia. Al ser una promesa de campaña es mucho más peligrosa que un esfuerzo sin verdadero compromiso por mejorar la educación del país, y para ser más precisos, el Sistema Educativo Salvadoreño.
Debemos resaltar que educar no es algo que le corresponda solo al Estado. Educa la familia, educa la sociedad, educan los medios de comunicación, educa el Internet, educan las gremiales, educa el entorno. Pero cuando nos referimos al Sistema Educativo, nos referimos a esa estructura que organiza la educación como derecho en los Estados modernos, pero además, el que garantiza una parte sustancial del poder que el Estado ejerce sobre la sociedad y sobre la mayoría de sus ciudadanos.
Se dice que el problema fundamental de la educación del país es el Sistema Educativo, y que sus graves problemas no se van a resolver con acciones aisladas, además, que es el reflejo de los graves problemas que adolece la sociedad salvadoreña, de la falta de compromiso de los principales sectores que realmente detentan el poder. Se hace énfasis en la falta de una visión de país más o menos unificada, de la falta de una nación, nos referimos en ésto último a un proyecto que la mayoría de la sociedad es capaz de impulsar.
Dicho lo anterior, la sola idea de una promesa de campaña sin tocar aspectos medulares sobre la educación del país y en particular del Sistema Educativo, caerán pronto en saco roto, o peor aún, contribuirán a profundizar el problema. Es necesario detenernos en esto un poco, y mencionar que en el país no se han creado las condiciones ni para una adecuada Educación a Distancia mucho menos para una Educación Virtual.
Para comprender mejor el planteamiento es necesario acudir a los conceptos: la educación en línea o virtual es aquella donde el proceso educativo se desarrolla bajo plataformas informáticas y con uso intensivo de las TIC, principalmente del Internet. La Educación a Distancia es toda aquella modalidad flexible y abierta donde se busca acercar la educación a los territorios, esta puede darse por medio de las tecnologías o puede ser sin un uso intensivo de las mismas.
En el año 1983 inició el Programa de Educación a Distancia para Tercer Ciclo de Educación Primaria y para la Educación Secundaria como una modalidad aparte a la modalidad presencial [1]. A estas alturas, hasta el ministro Carlos Canjura ha decidido separar las modalidades para evaluar la PAES. Argumentando que la modalidad de Educación a Distancia reduce la calificación de la modalidad presencial, que es de donde provienen la mayor cantidad de estudiantes del Sistema Educativo.
Hagámonos estas preguntas: ¿Es viable la Educación a Distancia en El Salvador? ¿Es viable una Universidad en Línea en El Salvador? Inicialmente, la respuesta es un contundente sí. El problema en El Salvador es que no se han generado las condiciones para que dichas modalidades funcionen. En primer lugar no existe una normativa que regule su funcionamiento, que precise sus diferencias, sus requerimientos de funcionamiento, que defina cómo se va integrar la educación media con modalidades de la Educación Superior, que defina la forma de evaluarlas, entre otros aspectos. Lo único que existe es un laxo Reglamento Especial de Educación no presencial en la Educación Superior, no se conocen de reglamentos para la educación secundaria.
En la misma sintonía, no se cuentan con carreras técnicas o universitarias que formen a los docentes idóneos para desempeñarse en esas modalidades, ni siquiera se cuentan con temáticas en los planes de estudios que tiendan a profundizar en los enfoques pedagógicos, metodológicos y didácticos que ello requiere.
Si lo abordamos desde la arista de la democratización del acceso a la educación, nos encontramos con la realidad de que tan solo un 25.5% de la población tiene acceso a Internet[2], según el último reporte Global Information Technology Report del Foro Económico Mundial. Lo cual profundizaría las brechas entre los que tienen acceso a educación y los segmentos de población que han estado excluidos del Sistema Educativo Nacional. Es imposible creer que una Universidad en Línea pueda democratizar el acceso a la educación con estas realidades, porque el principal recurso que es el Internet se encuentra focalizado en el segmento de población que más acceso tiene a la educación.
De igual forma, si se requiere de emplear Educación a Distancia en la Educación Superior, se debe preparar al estudiante de bachillerato para que al concluir sus estudios alcance competencias tendientes a la autoformación y que domine las TIC, para ello hay que adaptar por lo menos los planes de estudio de la educación media. También será necesario trabajar en lo relativos a la actitud frente al autoaprendizaje.
Para el caso de una Universidad en Línea, el Estado debe invertir en centros de Universitarios donde hayan tecnologías y los estudiantes puedan llegar fácilmente a esos lugares. El gobierno salvadoreño lanzó su Universidad en Linea- Educación a Distancia sin dotar a los Centros Regionales de la UES de infraestructura adecuada para esa modalidad, pretende emplear a Institutos Nacionales también sin hacer inversiones y las adecuaciones pertinentes.
A pesar que no existe una normativa clara y de que no se han hecho las inversiones necesarias, la modalidad de Educación a Distancia existe en el país, a través de varias universidades privadas que ofrecen carreras y que han sido autorizadas para funcionar, ahora se suma la Universidad de El Salvador. Sin embargo, los resultados y el impacto de esta modalidad no se conocen a estas fechas.
No obstante, es importante resaltar que estas modalidades coadyuvan a la educación en los países en los que se ha implementado como una estrategia de nación, tanto desde el punto de vista de la reducción de los costos que puede redundar en mayor cobertura, como desde la arista de la calidad educativa, todo lo que tienda a democratizar el acceso a la educación y de lograr mayores coberturas debe ser prioritario para el Estado.
Visto de esta forma, hace falta mucho para que la Educación a Distancia y la Educación Virtual puedan ser un detonante de transformación del Sistema Educativo de El Salvador. Mientras hayan escuelas sin adecuada infraestructura, mientras hayan profesores que no tienen estudios acerca del funcionamiento de esas modalidades, mientras no se haga una inversión importante en las TIC que sirva para propósitos educativos claros; mientras no hayan normativas que regulen y organicen las modalidades aquí expuestas, pero fundamentalmente, mientras no hayan consensos entre las principales fuerzas del país para apostarle a una educación y a un Sistema Educativo de calidad, las sombras que nublan la educación del país no se van a disipar.
Referencias
[1] MINED, «Programa de Educación a Distancia».
[2] WEF, «The Global Information Technology Report 2015».
* Docente investigador de la Universidad Luterana Salvadoreña. Consultor Latinoamericano en Educación Virtual.