Palestina. La salida de la encrucijada

 

Armando Briñis Zambrano

El reconocimiento del Estado de Palestina en el marco de la ONU.

Más de 120 naciones del Medio Oriente, África, Asia y América Latina ya han respaldado esta iniciativa, pero EE.UU. y el gobierno de Israel se oponen radicalmente a cualquier declaración palestina en este sentido, considerándola “peligrosa y unilateral”. Mientras actores claves en la Unión Europea no se han pronunciado de manera definitiva. Son los casos de Francia, España, Alemania, el Reino Unido y la Alta Representante de la UE.

Durante décadas las iniciativas de paz impulsadas por EE.UU., la extinta Unión Soviética y las propias Naciones Unidas, han fracasado una y otra vez, mientras que el Estado de Israel, como política, ha acorralado al pueblo palestino dentro de un territorio muy reducido, confiscando sus tierras, e impidiendo que Palestina se convirtiese en una entidad política soberana.

Las raíces del conflicto entre Israel y Palestina son muy complejas, pero la mayoría de políticos y analistas coinciden en que el mejor camino para la paz es la creación de dos estados. Hemos visto que los repetidos procesos de paz han sido socavados por la violencia del terrorismo de Estado que han aplicado sucesivos gobiernos israelitas y la respuesta de las organizaciones palestinas. Las sucesivas olas de construcción de asentamientos en la barrera de Cisjordania y el bloqueo a Gaza han reducido y fragmentado el territorio para un Estado Palestino, haciendo de la vida diaria una experiencia agobiante para sus habitantes.

Tanto la ONU, como el Banco Mundial, y el Fondo Monetario Internacional; han anunciado que los palestinos están preparados para gobernar un Estado independiente, pero su principal obstáculo es la ocupación israelí. Pero Netanyahu, el primer ministro de Israel, ha reaccionado con furia a cualquier propuesta, dejando claro su intención de no cooperar.

Es hora de transformar de manera drástica el inútil proceso de paz, e iniciar un nuevo camino de progreso. Mientras que los gobiernos de Israel y de EE.UU. tildan cualquier iniciativa palestina de unilateral y peligrosa, lo cierto es que existe un abrumador apoyo de las naciones del mundo a una acción diplomática encaminada al establecimiento del Estado Palestino y un reconocimiento global de Palestina podría fomentar el creciente movimiento no violento Palestino-Israelí.

Pero lo más importante es que dicho reconocimiento abrirá de nuevo una vía crucial hacia la salida negociada al conflicto, permitiendo que los palestinos accedan a las diferentes instituciones internacionales que pueden ayudar a avanzar en la liberación de Palestina, a la vez que se envía una clara señal al gobierno de Israel de que el mundo no aceptará más la impunidad y la intransigencia.


Durante demasiado tiempo Israel ha venido socavando la esperanza de un estado Palestino. Y durante ese mismo tiempo EE.UU., como norma, ha respaldado las posiciones de Israel.

La declaratoria en sí, de un Estado Palestino, no resolverá este complejo conflicto de la noche a la mañana. Pero el reconocimiento por parte de la ONU transformará la dinámica actual, abriendo las puertas hacia la paz. En toda Palestina sus ciudadanos mantienen la esperanza y su expectativa para reclamar la libertad que las próximas generaciones esperan ansiosamente.

*Investigador y catedrático de la Universidad Luterana Salvadoreña.

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