Dra. Emma Chirix en la ULS: Los desafíos del feminismo desde la óptica de la descolonización
Eduardo Maciel*
En El Salvador hay muchos ambientes en los que el discurso y la sensibilidad feminista ya no son algo exótico. En gran cantidad de espacios no es extraño oír aquel diagnóstico de que vivimos en una “sociedad patriarcal”, es decir, una sociedad que se estructura sistemáticamente en favor de los hombres y detrimento de las mujeres; una sociedad cuyos valores principales son los de la dominación y el sometimiento de un sexo sobre el otro. Estos discursos suelen tener lugar en espacios “oficiales”, como organismos de gobierno, organizaciones no gubernamentales y los espacios académicos. Es que luego de muchas décadas de lucha feminista, resultaría políticamente incorrecto no tomar en cuenta su perspectiva –aún más cuando los organismos internacionales y las tan generosas agencias de cooperación la presentan como criterio de evaluación y prerrequisito para el otorgamiento de financiamiento–.
Pero más allá de la omnipresencia del discurso feminista en la oficialidad de la mayoría de los espacios públicos y privados –sobre todo en los ligados al desarrollo–, constatamos que en lo cotidiano de la vida todavía hay mucha resistencia a él. En El Salvador la vida cotidiana sigue marcada por las tres características de las sociedades patriarcales: el racismo, el clasismo y el sexismo. Y esto aún ocurre dentro de los organismos que lideran la inclusión de la mujer.
En nuestro país, aunque esté tácitamente prohibido, todavía hay instituciones que fomentan la ideología machista y utilizan abiertamente estrategias sexistas. Pensemos en dos ejemplos. En primer lugar, la ley de prohibición total del aborto. Según Érika Guevara:
“El Salvador tiene una de las leyes más restrictivas de aborto en el mundo. Las mujeres y las niñas no pueden acceder a un aborto, incluso si llevar adelante su embarazo las mata o les puede crear una incapacidad de por vida. Ellas no pueden obtener un aborto, incluso si son una niña de nueve años de edad que ha quedado embarazada como resultado de una violación. ”1.
La prohibición total del aborto es uno de los ejemplos de la violencia institucional contra la mujer, que se apoya en una legalidad represiva y desfasada. “Las 17” mujeres que cumplen condenas de hasta cuarenta años de prisión por problemas obstétricos, le dan rostro a la situación de legalidad de la violación a los Derecho Humanos. En esta ley y en la terquedad del gobierno para no derogarla –más allá de su evidente perversidad– , se refleja toda la estructura social patriarcal.
En segundo lugar, habrá que hablar de las religiones en El Salvador. Si bien no es justo decir que todas las religiones en El Salvador se comportan del mismo modo respecto a la mujer, sí se puede decir que, por regla general, ellas ayudan –con mayor o menor publicidad– a sostener el sistema patriarcal.
Siendo un país altamente religioso, las religiones tienen un peso moral muy grande el El Salvador. Muchas de ellas –aunque la mayoría de veces disfrazadas con palabras sublimes– , sostienen una abierta discriminación de la mujer. Basadas, por ejemplo, en textos bíblicos como 1 Tim 2, 9-15 o en el argumento de su tradición, afirman que la mujer no puede acceder a puestos de liderazgos por la sola razón de su sexo.
Entonces, conscientes de la necesidad de superar la mera oficialidad e instrumentalización de la lucha feminista, así como de la necesidad de proponer espacios de reflexión y encuentro con sectores abiertamente reaccionarios al discurso feminista, el pasado miércoles 22 de Octubre, la Universidad Luterana Salvadoreña tuvo el privilegio de contar con la reflexión de la Dra. Emma Chirix. En dicha ponencia, esta sabia antropóloga maya-kaqchikel problematizó aún más la realidad del estudio de género y del feminismo, presentando los desafíos que surgen desde la marginalidad del sistema.
En primer lugar, habló de la necesidad de “descolonizar el feminismo”. Resulta que muchas veces damos por supuesto que el feminismo habla de “la mujer”, como si ese fuera un concepto universal. La Dra. Chirix hizo énfasis en que no existe “la mujer” sino “mujeres” concretas, con historias y circunstancias distintas y particulares. Las voces oficiales del feminismo, aquellas que dictan sus intereses y características generales, suelen representar las voces de un grupo de ningún modo universal: las mujeres occidentales, blancas, de clase media y alta. Por ello, se debe tener en cuenta las otras voces de las mujeres, aquellas que no son ni occidentales, ni blancas, ni de clase media o alta. Si se cree que hay un sólo discurso feminista que responde a todas las mujeres, se corre el peligro de imponer a las otras mujeres la cosmovisión y las luchas de un sólo grupo de ellas.
Muy unida a esta crítica está la que versa sobre la necesidad de superar la categoría de género. Tradicionalmente, el feminismo se ha centrado en dar batalla a una de las tres características del patriarcado: el sexismo –esto es: las prácticas de discriminación en relación al sexo. Para Chirix es hora ya de batallar también contra sus otras dos características: el racismo y el clasismo. A este abordaje se lo denomina “interseccional”, porque tiene en cuenta las distintas dimensiones del patriarcado.
En consecuencia, no se podrá simplificar la batalla feminista a la dicotomía “masculino vs femenino”. Habrá que tomar consciencia también de la reproducción de las relaciones patriarcales entre las mismas mujeres, así como enfocarse en la construcción de nuevas masculinidades.
Siguiendo la relación de colaboración con el Centro de Reflexión Teológica de la UCA, la Dra. Chirix también presentó su reflexión en dicha universidad.
Antes de terminar, la ULS felicita a los estudiantes de Antropología Social del día miércoles por tan excelente iniciativa y coordinación del evento, y se informa que los libros de las investigaciones de esta antropóloga se encuentran ya en la Biblioteca de nuestra universidad.
Referencias:
Érika Guevara: “Al borde de la muerte: la prohibición del aborto en América Latina”, Publicado en Contrapunto. Diario Digital, el 28.09.2014 y consultado el 27.10.2014.
* Eduardo Maciel es Coordinador de la Licenciatura en Teología de la Universidad Luterana Salvadoreña