La búsqueda de soluciones ante los problemas de la humanidad. ¿Existe alguna fórmula medianamente idónea en pleno siglo XXI?

David Quintana*

Un nuevo año recién inicia en la historia de la humanidad, con plena certeza que para unos arranca con un torrente de expectativas e ilusiones, en cambio la inmensa mayoría lo percibe como un momento de  desconciertos, temores y especulaciones, teniendo la mirada puesta hacia adelante, pero con el corazón y la mente detenidos en el presente, aterrorizados con el oscuro y cercano pasado que amenaza con seguir vivo y con mayor fuerza en la vida diaria de la humanidad.

Sin lugar a dudas, ésta panorámica,  muestra que en esencia el siglo XXI, se ha convertido en fiel testigo de la decadencia económica de los  grandes imperios a nivel mundial, el progresivo cambio climático a raíz del deterioro medio ambiental, la proliferación de enfermedades mortales, el auge de conflictos entre naciones, el creciente empobrecimiento de la población, el paso de una guerra político-militar a una “una guerra social” muchísimo más sangrienta, entre otras, dejando en evidencia una creciente y silenciosa crisis económica, política, social y cultural percibida de forma desigual de una sociedad a otra.

Ante este crítico escenario, una de las principales consecuencias que se tiene es que lo que para unos es un problema, para otros por el contrario se presenta como una oportunidad. Por ejemplo: cuando  el agua domiciliar   no llega a las casas con normalidad y hay escases, el vendedor del agua que conoce de la situación la comercializa con un precio más alto a partir de la necesidad que se tiene de ella, generando así un problema mayor, ya que en este caso no solo se trata de la escasez, sino que se trata también de un problema económico y a la vez sociocultural.

A partir de ese enfoque con el que es percibida  la realidad, más de 6 mil millones de habitantes del planeta Tierra, desde sus diversos y/o desiguales contextos sufren los embates de la más compleja crisis que haya experimentado la humanidad a escala mundial. En este sentido, la vida misma y el quehacer cotidiano se ha convertido en el espacio idóneo para intervenir mediante el uso métodos repetitivos que históricamente han evidenciado no ser los idóneos caminos a seguir, aunque irónicamente, la humanidad espera que de alguna parte llegue ese milagro y se convierta en la fórmula, el modelo o el método que se necesita para mejorar sus  condiciones de vida, lo cual en la práctica no puede darse de forma mágica, pues como señalará  recientemente el presidente de los EE.UU, B. Obama, en su discurso sobre la normalización de las acciones con Cuba “hacer lo mismo durante otras cinco décadas y esperar un resultado distinto”1, simplemente no tiene sentido. La historia muestra que no existen fórmulas mágicas para el tratamiento de las problemáticas de la existencia humana, y que su inadecuado tratamiento lejos de minimizarlo, por el contrario, lo multiplica, o toman más fuerza haciéndose más complejos de intervenir.

Agónicamente, la humanidad, en la insaciable búsqueda  de resultados que satisfagan sus necesidades vitales, por lo general no los concibe  como la  consecuencia de un proceso metódico y continuo a largo plazo el cual  mostrará sus frutos, por el contrario, se toman medidas erradas que únicamente solventan mínimamente la problemática en cuestión, y a su vez se convierten en excesivos y desgastantes costos.

Al respecto, el patrón cultural juega un papel fundamental para la intervención de la humanidad en la realidad de la cual el mismo individuo  es capaz de transformar día a día, mostrando que el acomodamiento y la corrupción no tienen cabida para hacerle frente a la actual crisis que experimenta la sociedad. Por ejemplo: irónicamente en una sociedad tan segmentada económica, política, social y culturalmente resulta difícil que pueda  mejorar la calidad de la educación, mientras el modelo educativo que se tiene sigue siendo el mismo y donde el profesor quiere que sus estudiantes obtengan buenas calificaciones, pero el sigue utilizando el mismo método de hace 10 años sin que arroje resultados satisfactorios,. En el caso de los partidos políticos, conscientes del desinterés de la ciudadanía a ejercer el sufragio y de su importancia  a partir de la desconfianza en sus propuestas, campañas electorales con el mismo discurso vacío, lejano de propuestas viables que demanda la sociedad. “Más de lo mismo” no puede dar otra cosa que” más de lo mismo”.

En este caso no se toma en cuenta que los resultados no llegan por casualidad, suerte  o “arte de magia”  ya que retomando por ejemplo la experiencia de Edison en la que  “no fueron mil intentos fallidos, [sino que] “fue un invento de mil pasos»2 Es decir que en  su invento de la lámpara  incandescente  no repitió el proceso en cada uno de sus intentos, sino que en cada uno de ellos probaba algo distinto y por lo consiguiente obtenía un nuevo  resultado que lo condujo hasta su objetivo.

Ahora bien, en la coyuntura actual los problemas suelen ser mucho más complejos, pero se proponen modelos de trabajo que en muchos de los casos se copian y se aplican  total  o parcialmente, buscando la homogeneidad en cuanto a resultados  a  escala mundial, olvidando los diversos contextos en los cuales se desenvuelven los seres humanos, lo cual necesariamente amerita un trabajo diversificado acorde a la naturaleza particular de cada país, y se busquen no solo soluciones, sino  procesos que permitan llegar a los resultados esperados, y se juzguen de forma objetiva a quienes están tomando las decisiones importantes para el desarrollo y supervivencia de la humanidad, dado que la historia muestra que lo importante no siempre son los resultados, sino el medio utilizado para conseguirlos a partir del compromiso que toman los seres humanos.

Conclusión

Muchos son los problemas que experimenta la humanidad del siglo XXI, pocas parecen ser las respuestas medianamente claras y visibles, a raíz de la histórica y creciente desigualdad social, la cual arrastra todo lo que encuentre a su paso. Es por eso que la especie humana urge de nuevas y viables posturas, de compromiso social, de sentido común, de unidad mundial,  de cambiar las recetas por la innovación, de ver hacia adelante sin tener miedo de fracasar, de probar las veces que sea necesario; pero partiendo del error para no reproducirlo más, de cambiar los antiguos paradigmas por las nuevas ideas, puesto que  la problemática mundial no es casualidad, es consecuencia  del accionar del ser humano quien tiene en sus manos la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida y también la posibilidad de destruir su existencia misma.

Referencias

1. Riestra, L. ABC.ES Internacional. Frases del discurso de B. Obama sobre Cuba.  Publicado el: 17/ 12/2014. Disponible en: http://www.abc.es/internacional/20141217/abci-frases-obama-cuba-201412171910.html consultado el: 14/1/2015


2.Miralles, S. Ojo curioso. Publicado el 24/9/2012. Disponible en: http://curiosidades.batanga.com/3957/los-mil-intentos-fallidos-de-thomas-alva-edison consultado el 14/1/2015

 

* Docente e investigador de la ULS.

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